Por su interés me permito publicarlo en mi blog y espero que no os arrugue el corazón.
EL
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACION Y EL ESTADO DE BIENESTAR.
Por Rafael
Herrero Casaleiz
-Consideraciones
generales-
El
envejecimiento de la población es un proceso que se acelera desde hace varias
décadas. El último informe de Eurostat -Europop 2010- (1) y el análisis de los
datos publicados por el I.N.E. lo ponen de manifiesto. En los próximos
cincuenta años va a proseguir la
aceleración del proceso. En el fenómeno incide tanto la caída del índice de
fertilidad como el de mortalidad y la cuestión se complica con los flujos
migratorios que se han venido intensificando a partir de la segunda mitad del
siglo pasado. El resultado neto de estos flujos, positivo o negativo,
intensificará o no este proceso. Esta convulsión demográfica se ha calificado
como el “baby boom”, aplicado a la generación de los 60 del siglo anterior y
año de origen del estudio del informe de Eurostat, que se proyecta hacia 2060,
año en el que ya habrá desaparecido casi la totalidad de la generación de 1960.
El
estudio mide el proceso a través de cuatro indicadores: “Edad media de la
población”; “Proporción de personas de 65 años en adelante” -olders-;
“Proporción de personas de 80 o más años” -oldest-; e, “Indice de dependencia, OADR -old age dependency ratio-”
(2). (Este último se obtiene de una relación por cociente entre la población de
65 años en adelante y la población en edad de trabajar -15 a 64 años-). El
campo de aplicación se realiza sobre 31 países, incluido España, de entre los
52 europeos. Se trata de un
estudio de una gran complejidad del que tomo, sucintamente, lo que se refiere a
España y que voy a tratar de
manera un tanto restringida, tan sólo en lo que afecta de forma directa
a nuestro “Estado de bienestar”.
-Situación
general
A
2011 los 52 países europeos sumaban una población de 737.961.000 de habitantes.
La cuota española era de algo más de 47 millones, es decir el 6,36 % y su esperanza de vida al
nacer de 81 años, y a los 65 años de 20,4 (Para 2051 estos índices están
estimados en 89 años y 25,65, respectivamente). A efectos de complementar los
indicadores antes citados se exponen a continuación unos datos referidos a dos
épocas transcurridas (1960 y 2010) y otra estimada (2060). De ellos podemos
obtener algunas comparaciones bastante expresivas.
AÑOS
1960
2010
2060
Edad media de la
población, años 29,6
39,9 49,7
% Población 65
años en adelante 8,2
16,8 31,5
“ “ 80 “ “ “ 1,2
4,9 14,2
OADR (Personas
dependientes) 12,7
24,7 56,4
España, tanto en 2010 como en 2060, ha
venido superando las medias
obtenidas por los 31 países que componen el estudio, que son las siguientes:
AÑOS
2010
2060
Edad media de la
población
39,80
47,20
Población de 65
años en adelante
16
29,30
“ 80 “ “ “ 4,1
11,5
OADR, Ratio
dependencia
23,6
52,4
Desde
2010 a 2060 la población española crecerá por encima de 14 millones de
habitantes. La población de 65 años en adelante crecerá un 14,7% y la de 80
años en adelante crecerá un 9,3%.
La ratio de personas dependientes aumentará un 31,7. (Datos, todos ellos,
aplicables a los que se expresan en los dos últimos párrafos de este trabajo).
Si
en los dos primeros índices España ocupa un lugar entre los más destacados, en
el tercero (“Oldest”), ocupa el primero seguida de Italia, ambos bastante
distanciados de la media. Como consecuencia de todo ello la ratio de personas
dependientes -OADR- aumentará de manera alarmante, aumento que alcanza casi un 60 en Alemania, sólo superado por
Letonia, Polonia, Rumania y Eslovaquia. (España 56,4)
-¿
Se aproxima el “Grandparents Boom” ?.
No
existe en país alguno ni en ninguno de ellos valores más bajos en 2060 que en 2010. No existen
precedentes más allá del curso de la historia. La población habrá crecido o
disminuido en algún momento y en algún país, pero la forma de la distribución
de la pirámide de población nunca mostró reversión en su proporción o en su
distribución. Lo que nos dice la OADR
es que si en 1960 hubo un porcentaje de tres jóvenes (0 a 14 años) por
cada mayor de 65 años, en 2060 podría haber dos ancianos por cada joven de esas
edades, es decir más ancianos por menos nietos y lo que es más, los
“Oldest-old” van, en promedio, a superar a los niños de cinco años alrededor
del comienzo de la próxima década. Por tanto la aparición de bisabuelos será
algo común y la familia será más
vertical que horizontal. Su expresión en un esquema triangular supondrá,
progresivamente, un estrechamiento de su base y al propio tiempo un
alargamiento de su altura.
Consideraciones
finales.
Si
los flujos migratorios se detuvieran repentinamente la población española envejecería
aún más y en general todos los
países que hasta ahora se han visto afectados por saldos positivos migratorios
sufrirían el mismo proceso. (España alcanzaría una edad media de 54,4 años en
2060 en vez de 49,7 estimado hoy)
La
inmigración por tanto puede ser vista
como una opción para suavizar el proceso de envejecimiento, no obstante y como
quiera que los emigrantes son siempre más viejos que los recién nacidos, si el
factor de crecimiento de la población fuera inmigración en vez de fertilidad,
entonces el proceso de envejecimiento sería menos suave que en el caso de una
fertilidad creciente. Este efecto disminuye si la fertilidad de los emigrantes
es mayor que el de la población anfitriona.
Las
implicaciones que todo cuanto antecede va a tener en el sistema socioeconómico
y en concreto en los programas públicos de pensiones, salud, educación, etc. va
a ser bastante problemático. Realmente nos enfrentamos a un cambio radical de
tales estructuras y en cuanto a la familia estamos ya inmersos en un proceso en
el que es problemática, en muchos casos, la atención de nuestros mayores. ¿Qué
ocurrirá cuando aparezcan abuelos y bisabuelos contemporáneos? Sin duda un
cambio radical de la estructura familiar tal y como ha estado concebida hasta
hoy, pues es presumible que las condiciones de salud de la vejez continúen
mejorando y todo ello supondrá un gran reto para todo el sistema de seguridad
social, y no sólo por las pensiones. Debe considerarse que en particular el
soporte de ancianos que hasta
ahora, con matices, ha venido estando al cuidado de las familias, puede
alcanzar sus límites en las décadas venideras, cuando el modelo de familia vaya
convirtiéndose, progresivamente, en más “vertical”.
Por último, datos que nos ofrece el I.N.E.
referidos a 2011 nos muestran una población próxima a los 47 millones de
residentes en España, distribuidos como sigue:
Población
entre 0 a 14 años……………..15,1 por 100
“ “ 15 y 64 años……………67,7 por 100
“ de 65
años en adelante……17,1 por 100
Obsérvese
que ya la cifra de mayores de 65 años supera a la de jóvenes entre 0 y 14 años,
pero tanto más significativo es el elevado porcentaje de población entre 15 y
64 años que a lo largo de las próximas décadas va a ir integrándose en el tramo
de población de 65 en adelante, con limitadas posibilidades de cumplir el
relevo por la de jóvenes que van a entrar en edad de trabajar.
29 mayo
2013
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(1)
Informe Eurostat- Statistics in focus 23/2011: “Populations and social conditions”, Author: Gianpaolo
Lancieri. (Headline: “The greying of the baby boomers. A century-long of ageing
in Europa populations”)
(2)
El OADR es frecuentemente utilizado como indicador aproximado del impacto de envejecimiento, pues en
definitiva nos pone de manifiesto el soporte que sobre la población en edad de
trabajar recae la carga de la población dependiente, así un OADR tasa 0,2
significa 20 ancianos por cada 100 activos. Si en España y en el grupo de
países que con ella tienen las ratios más altas en 2031, pueden tener un OADR
de 0,5 quiere decir que hay 2 personas en edad de trabajar por cada anciano
(ratio nunca alcanzada).
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